divendres, 11 d’abril del 2008

El Tíbet y un servidor.

Pues sí, parece que la movida internacional esté dando frutos: el PM británico, Brown ya ha dicho que no va a la inauguración; Ban Ki Moon dice que seguramente tampoco, aunque a ese los chinos pueden ponerlo a marcar el paso prque es funcionario de un organismo en el que tienen vara alta; Bush se lo está pensando y el Parlamento Europeo urge a la Unión que adopte una actitud colectiva cuando Brown ya lo ha hecho por su cuenta. Muy europeo.

No creo que los chinos vayan a hacer algo por el Tíbet distinto del palo y tentetieso que es lo que se les da bien. Pero, cuando menos, el Tíbet ha pasado a ser noticia mundial varios días. Mucha gente se habrá enterado de que existe y de que se trata de una zona del planeta en la que la gente no vive como quiere vivir, sino como quieren otros

Mi amigo Joaquim Pisa publica un post en su blog Aventura en la tierra titulado De fuegos y ardores olímpicos en torno al Tíbet y China y dedicado a discrepar de otro mío hace dos días titulado Libertad para el Tíbet. Joaquim había escrito lo sustancial de ese post en un comentario a Palinuro que, por alguna razón que desconozco, se atascó ayer y no quiso salir publicado, aunque yo lo publiqué. Lo ha hecho hace un rato. No hace falta que diga que aquí se publica todo lo que llegue y no insulte. Tampoco hace falta decir que no suelo contestar los comentarios salvo caso excepcional, como éste.

Por lo demás, se dirá lo que se quiera sobre si quienes armamos bulla por lo de China en Tíbet no nos enteramos, nos manipulan, somos gusanos anticastristas, tenemos un odio visceral al pueblo chino, somos siervos de la teocracia de Lhasa o agentes de la CIA y hasta de la TIA, pero aquí hay una cuestión y solo una: si el lector fuera tibetano ¿aguantaría lo que los chinos están haciendo en el Tíbet? Yo no. Así que ya se sabe por qué protestamos los que protestamos: porque no nos gusta que se haga a los demás lo que no queremos que se nos haga a nosotros que, por cierto, es la llamada "norma de oro" de la moral. A lo mejor me paso de ingenuo. Pero, en estos casos, prefiero pasarme de ingenuo que de listo.