dissabte, 13 de setembre del 2008

¿Qué decir?

Saben los lectores que el señor Chávez no es santo ni demonio de devoción de Palinuro que lo encuentra demagógico, populista y pelín insoportable. Pero a veces tiene gracia. Desde luego, no es un político convencional. Esa fulminante solidaridad con Bolivia expulsando al embajador gringo en setenta y dos horas en medio de improperios es divertida y tiene su chispa.. No estoy seguro de que sirva de mucho porque los estadounidenses son dominantes en el continente americano y los distintos países latinos, en una u otra medida, en uno u otro terreno, su backyard, su zona de influencia pase lo que pase. Cuba sólo puede haber una.

Pero al mismo tiempo, el señor Chávez se permite el lujo de decir por la tele lo que muchos, muchísimos otros mandatarios y no mandatarios piensan para sus adentros: ¡Váyanse al carajo!. No añado el resto pero también lo piensa mucha gente en el mundo. De acuerdo, los Estados Unidos son el país más libre del planeta; pero tiene esclavizados a muchos otros y trata de tenerlos a todos. Lo cual no es de recibo. Van por la vida con una altanería bastante difícil de soportar y se preguntan llenos de perplejidad por qué los odian en el extranjero. Está clarísimo; por chulos. La señora Sarah Palin dice sin encomendarse a Dios ni al diablo que declarará la guerra a Rusia si esta vuelve a invadir Georgia. La guerra, tómese nota. Luego se corrige, dice que se trata de una consecuencia del tratado de la OTAN, según el cual, si un miembro es atacado, se entra en la guerra sin más...y la caga definitivamente porque Georgia no está en la OTAN ni lo estará en un tiempito. Pero, vamos, que la cosa de la señora es que está dispuesta a declarar la guerra a Rusia. y en en general los yankees están perpetuamente en guerra declarada o no declarada. Desde el fin de la Segunda Mundial no sé si han llegado a pasar dos años seguidos en los que los EEUU no hayan estado involucrados en actividades armadas en algún lugar del planeta.. Son una nación extremadamente belicosa y su interés exterior, esto es, la estrategia de seguridad nacional en un mundo globalizado que hierve en terroristas es básicamente la misma en demócrata que en republicano: la guerra.

Ningún colono sea a título de lo que sea deja de humillar el sentido nacional de los nativos. a los que coloniza. Eso es lo que sucede con los gringos a América Latina. Nadie ignora que en muchos países de América Latina la embajada de los EEUU es el centro político más importante del momento y que en todas las embajadas yankees se conspira, se ha conspirado o se conspirará para derrocar el sistema existente si el sistema existente no complace a la Casa Blanca, cual es el caso de Bolivia y Venezuela. En el caso de Bolivia, el señor Evo Morales dice que el embajador gringo, Mr. Phillip Goldberg se inmiscuye en los asuntos internos de Bolivia, cosa que no me extraña nada pues los EEUU se inmiscuyen en los asuntos internos de todo Cristo. Que yo sepa, todavía no han dado explicaciones convenientes de los infaustos vuelos de rendition (o sea, "entrega de secuestrado") de la CIA en el espacio aéreo de los aliados y con los medios de los aliados.

¿Que la cosa no es para expulsar a los embajadores? La expulsión es un gesto más inamistoso que la llamada a consultas del propio embajador y algo menos que la declaración de guerra. Tiene una justificación casi diríamos, antipirética, sirve para que el personal se desahogue. El personal se desahoga y todo se hace más llevadero. Todo incluye al embajador estadounidense de los Estados Unidos, contracentro de poder en todos los Estados de América Latina en que gobierne la izquierda.

(La imagen es una foto de rogimmi, bajo licencia de Creative Commons).