Es mostren els missatges amb l'etiqueta de comentaris Partidos.. Mostrar tots els missatges
Es mostren els missatges amb l'etiqueta de comentaris Partidos.. Mostrar tots els missatges

dimarts, 22 de març del 2016

Parece mentira

Y dan ganas de llorar. A tres meses de las elecciones generales y veinte días de la primera investidura fracasada estamos igual que entonces. O peor, porque queda menos tiempo. No hay negociaciones. Hay bravatas, amenazas, burlas. Pero no negociaciones, ni principios de acuerdos. Y muchos se preparan para las nuevas elecciones que se convocarán automáticamente el 2 de mayo y se celebrarán en junio.

Realmente parece mentira. La dirigencia política española es un espectáculo de pura incompetencia. Porque si no hubiera acuerdo en la prioridad de preferencias, podría comprenderse esta parálisis en la que los líderes no negocian, ni se hablan. Sin embargo, el orden de prioridades está claro para todos ellos: hay que echar a esta banda de ladrones antes de que termine de expoliar el país. La Gürtel, la Púnica, Taula, Valencia, Matas, son jalones de una aventura colectiva: una serie de amigos montó una organización para delinquir y le llamaron "partido político", en concreto, Partido Popular. Ese partido que, según Aznar era incompatible con la corrupción y ha resultado sr la corrupción misma, viene desgobernando y esquilmando el país desde hace años, arruinándolo al extremo de que, como sucede en Valencia, la gente tardará decenios en pagar la deuda pública. Hay que echarlos como medida urgente y categórica. No se puede permitir que sigan corrompiéndolo todo y en todos los órdenes. No se puede tener un presidente del gobierno, condensación suma de la inepcia, que es el hazmerreir en el exterior y en el interior.

La necesidad de liberarse de un gobierno de apandadores, de expoliadores de lo público, de arruinadores de la gente tendría que haber provocado ya la formación de una gobierno de coalición de una u otra forma. Pero no es el caso. Y sigue al mando un personaje que debía haber dimitido hace años y que ahora, a mayor abundamiento, lleva su actitud tiránica al extremo de declararse públicamente al margen de la fiscalización parlamentaria. Más o menos, un grupo de forajidos.

Ese es el objetivo prioritario número uno. El que domina todo lo demás con carácter de urgencia. Ni un minuto más con esta sarta de sinvergüenzas que siguen riéndose de la gente en sus barbas a base de embustes, patrañas e insultos. Individuos de la catadura de Cospedal, Barberá, Hernando y, por supuesto, el propio Sobresueldos que no podrían aparecer en público en ningún país civilizado de nuestro entorno.

Y los políticos de la oposición son incapaces de ponerse de acuerdo ni para encontrar una solución urgente y transitoria, con la finalidad de echar a Mariano Garrapata como medida inexcusable si se quiere que el país empiece a recuperarse de estos cuatro años alucinantes de saqueo, represión e imbecilidad. Luego ya se vería qué alcance tendría la posible alianza. Es tal la parálisis que, ante la última provocación de los forajidos, ni siquiera se atreven a presentar una moción de censura.

Y tampoco es tal la hipotética variedad de opciones que paralice y/o suspenda el ánimo porque no hay más que tres posibles (con variantes menores): 1ª) Gran coalición PP y PSOE; 2ª) coalición "ucedea", PSOE y Ciudadanos con abstención de Podemos; 3ª) coalición izquierdista (PSOE, Podemos) con la abstención de Ciudadanos. Por supuesto, cada maestrillo tiene su librillo y cada analista tendrá unas preferencias sobre otras. Desde siempre, la preferencia de Palinuro ha sido el "bloque de la izquierda" (PSOE, Podemos, IU e indepes catalanes), pero no se le oculta que la coalición "ucedea" también consigue el objetivo estratégico de echar a estos sinvergüenzas. Y, en la medida en que lo consiga, bienvenida sea. 

Lo que es absurdo en que ninguna de ambas posibles coaliciones cuaje pudiendo hacerlo cualquiera de las dos. Absurdo y descorazonador porque quiere decir que sigue habiendo actitudes viscerales, venganzas, personalismos. Sin duda, llama la atención qué sometido al parecer del IBEX35 está Ciudadanos, pero no más de lo que parece estar Podemos por las obsesivas vendettas de Anguita.

El PSOE se deja querer por ambos lados, aunque no pueda mirarlos como si hubiera una simetría y él fuera imparcial. No lo es. No lo es nadie. Y es lógico que las razones que se aducen en las alianzas sean de peso distinto y así se entiendan. De forma muy complicada por lo que los vetos jamás serán admisibles. Es verdad que el veto de Podemos al pacto del PSOE con Ciudadanos no es de recibo. Pero el PSOE no puede presumir cuando, él, a su vez, tiene vetado al PP (y hace bien, por cierto).  Y Ciudadanos, a su vez, a Podemos con quien asegura no poder ir en el mismo barco. Todos se vetan a todos, cada uno a cada uno. 

En definitiva, la prioridad de la preferencia es tan inexcusable que no se entiende cómo no se ha llegado a alguna, la que fuere. De forma que casi podría echarse a suertes. Donde no hay necesidad, el azar es lo más inteligente. 

Pero lo  esencial es quitarse esta plaga de encima.

divendres, 4 de març del 2016

¿Quién nombró a Blesa presidente de Caja Madrid?

Ayer, las gentes de Podemos, muchas de ellas, empezando por sus líderes, procedentes de IU, respondían a las críticas que se les dirigían por haber relacionado a Felipe González personalmente con la cal viva afirmando que la verdad es la verdad y no tiene por qué molestar.

Pero esa relación personal entre González y la cal viva no es verdad, pues no está demostrada ni documentada en modo alguno. Y, mientras no lo esté, no pasará de ser un infundio o, incluso, una calumnia. Los rumores, los infundios, las calumnias, no se convierten en verdades porque se digan muchas veces y a gritos y, como decía ayer González, retratan a quienes recurren a ellas. Porque, quien acusa sin pruebas es un difamador o un calumniador. 

Verdad, en cambio, probada y demostrada y documentada para quien quiera comprobarlo en las hemerotecas es que a Blesa (el de las preferentes y las tarjetas black) lo nombró Aznar en 1996 gracias a los votos de CC.OO e IU, dirigida entonces por Julio Anguita. Eso no es un infundio; es una verdad.

Los votos de IU fueron decisivos para descabalgar al presidente anterior, Jaime Terceiro, un hombre honrado y poner en su lugar a Miguel Blesa. Sin los votos de IU, Miguel Blesa, el amigo de Aznar, no hubiera podido ser presidente de Caja Madrid y la caja no hubiera sido expoliada ni hubiera sido necesario rescatarla con el dinero de todos, ni se hubiera podido estafar a decenas de miles de personas. Eso es una verdad. No un infundio.

Inmediatamente de ser nombrado presidente, Blesa concedió el 87% de los créditos a partidos, a IU dirigida por entonces por Anguita. Eso es otra verdad. No un infundio.

¿Por qué CC.OO. e IU apoyaron la política de Blesa en Caja Madrid? Pues compruébenlo ustedes porque no es un infundio sino una verdad.

Y eso que no había pinza. Como ahora, que tampoco la hay.

divendres, 12 de febrer del 2016

La Monarquía choricera

Así como hay repúblicas bananeras, los sistemas políticos comparados comienzan a admitir un nuevo tipo de monarquías, las monarquías choriceras. Las repúblicas del banano viven de cultivar y exportar este sabroso fruto. Las monarquías choriceras, de la elaboración de este típico embutido españolísimo, orgullo de la raza y adorno de la buena mesa, desde el menestral a los reyes.

Las increíbles andanzas del presunto chorizo Urdangarin y su esposa, la infanta Cristina, vinculan a la Casa Real con el pantano de corrupción, latrocinio y basura moral que impera en España bajo el dominio de los dos partidos dinásticos. Más con el PP, desde luego, porque a la derecha le tira la majestad y el oropel; pero el PSOE no le anda muy en zaga, enfangado en la actitud cortesana y lacaya que le han impuesto sus secretarios generales, especialmente el monárquico Rubalcaba. 

El juicio está revelando la insólita aventura de un vividor confiado, seguro de sí mismo por su condición de yerno del Rey anterior y cuñado del actual, Felipe V + I, "el Preparado", un  sinvergüenza apuesto que vio enseguida el negocio de impresionar a un puñado de paletos estilo Matas y otros de su condición, pasándoles por los morros sus privilegiadas relaciones y poderosísimos contactos. Lo mismo que, al parecer, también había puesto en práctica en Valencia con otro puñado de palurdos, Camps, Barberá, etc, a los que deslumbraba con la idea de que el Rey hablara con ellos o les hiciera algún otro señalado favor como cuando el Rey Sol premiaba a algún cortesano preferido autorizándolo a limpiar el real culo cuando SM hubiere aliviado el intestino. 

Porque toda esta trama de corrupción y saqueo del erario descansa sobre la absoluta entrega de estos plebeyos imbéciles, trastornados por los efluvios de la realeza. Los efluvios a lo Rey Sol. Basta con ver cómo había decorado Matas su palacete para percatarse de que se trata de un majadero que había llenado la casa con adornos de un "todo a 100" pero a 100.000. 

La realeza es la cúpula de la aristocracia y la aristocracia debiera ser, como su nombre indica, el gobierno de los mejores. Innecesario decir que es el de los peores. El Rey reinante, el "Preparado", trata de mantener una figura presentable en una familia impresentable: su madre es una beata reaccionaria a la que no se le ha oído jamás nada que tenga el menor interés; de su otra hermana, la infanta Elena, es mejor no hablar; y su padre, el Rey dimisionario, concentra en su persona todos los vicios y defectos que la amarga experiencia del país acumula sobre los Borbones: perjuro, mujeriego, disoluto, infiel, tarambaina, inculto, todavía no ha dado explicación del origen de su fortuna, calculada por la revista Forbes en 2.000 millones de dólares. 

Por supuesto, Monarquía choricera que se sostiene en el silencio cómplice de la clase política española, dispuesta a ocultar toda información relevante a la ciudadanía. Especial mención merece la cobardía de una izquierda, olvidada ya de su republicanismo y dedicada a adular servilmente a estos sujetos que no sirven para nada y ni siquiera son capaces de dar un mínimo ejemplo de mesura, consideración o buen gusto.

Tamaya

Esperanza Aguirre Gil de Biedma, Grande de España, hundida hasta el moño en la corrupción y la práctica delictiva de su partido y su gobierno, comparecerá hoy ante la comisión contra la corrupción de la Comunidad de Madrid a responder de uno de los cientos de casos en que está pringada. Lo hace horas después de que la Guardia Civil entrara en sus oficinas en la sede del PP en busca de pruebas de la financiación ilegal de sus campañas electorales. Está implicado el ex-gerente del partido en Madrid, un tal Beltrán Gutiérrez, cuyo ordenador se ha llevado la policía, asimismo imputado en el caso de las tarjetas black y especialmente protegido por Aguirre, que lo contrató cuando dimitió y anda diciendo por ahí que es funcionario del partido, un concepto inventado por esta demagoga neoliberal sin escúpulos que sabe de sobra que los partidos no tienen funcionarios sino contratados laborales y enchufados como este, probablemente para callarles la boca.

Cuando esta aristócrata arrabalera comparezca en la citada comisión sobre la corrupción en Madrid, con su altanera chulería, los miembros de aquella deberán tener presente que toda su ya larga carrera  está inmersa en la corrupción y el escándalo, en el pillaje, la malversación, el despilfarro y el puro disparate.

Deberán recordar que apareció en Madrid en el sórdido episodio del Tamayazo, cuando, el PP robó las elecciones a los infelices del PSOE con el auxilio de dos sinvergüenzas salidos de sus filas. Y que el resto del curriculum de la dama daría para una novela de Mario Puzo: su "ideología" neoliberal la empujó a privatizar cuantos servicios pudo arrebatar al ámbito público en detrimento de la colectividad y provecho de sus compinches en un expolio hecho de chapuzas y trinques, varios de los cuales andan en los tribunales. Su arremetida contra la sanidad pública fue bestial y no se detuvo ante la calumnia y el intento de linchar cívicamente a los profesionales que trabajaban en aquella en provecho de sus colaboradores, lechuguinos y mangantes que hacían negocios privados a costa del interés público, algunos de los cuales también están procesados por supuestos ladrones.

Casos especiales por lo disparatado del empeño, su inmoralidad y el absurdo del asunto fueron sus sucesivos fiascos (todos a costa de los contribuyentes) en la privatización del Canal de Isabel II, el intento de toco mocho al estilo de las bambollas paletas valencianas de Eurovegas y el equivalente al aeropuerto de Castellón en la Ciudad de la Justicia de Madrid, que ha fulminado más de 100 millones de euros de los contribuyentes.

Toda su gestión ha estado siempre salpicada de episodios a medio camino entre Al Capone y películas de Berlanga. Su gran amigo, el empresario Díaz Ferrán, que lleva una temporada en la sombra igualmente por presunto ladrón, pudo haber sido el proveedor de la misteriosa fundación FUNDESCAM con la que la retrechera Aguirre, al parecer, financiaba ilegalmente sus campañas. Su otro amigo, el también empresario Arturo Fernández, otro defensor de neoliberalismo, que vivía de enchufes y contratas con sus amigos peperos de las instituciones, acaba de dimitir por el sucio asunto de las tarjetas black.

Esto de las tarjetas black, en las que la clase política madrileña robó lo que no está escrito, fue, en realidad, un fracaso de la dama, quien trató de imponer de presidente de Bankia a su fiel Ignacio González, el del ático evanescente. El tal González, que la sucedió en la presidencia también está implicado en otro de esos asuntos de corrupción del neorrealismo italiano, bautizado con humor de Chamberí como la gestapillo, por el que los colaboradores de Aguirre se espiaban unos a los otros acarreando bolsas de misteriosos contenidos, como en las películas de la Pantera Rosa.

Hasta que Valencia tomó el relevo, Madrid fue el epicentro de la trama de ladrones de la Gürtel, en la que hay tal cantidad de colaboradores directos, amigos y protegidos de la señora que esta acabó convencida, como los neuróticos compulsivos, de que había sido ella quien la había descubierto. Junto a la "Gürtel", la operación "Púnica", al parecer montada por otro sujeto, mano derecha de Aguirre, Granados, revela operaciones delictivas de cientos de millones de euros desfalcados a los contribuyentes. 900.000 euros de mordida por cada colegio que este pájaro aprobaba mientras los secuaces de la presidenta del neoliberal PP destrozaban la enseñanza pública en la Comunidad de Madrid bajo el beaterío de la consejera Lucía Figar, a quien su intensa fe no le impedía regalar terrenos públicos a los curas o meterse inmoralmente en el bolsillo becas y ayudas a las que no tenía derecho.

Toda la carrera de esta señora es una constelación de presuntos robos, expolios, malversaciones, apropaciones indebidas, chantajes, extorsiones, enchufes, estafas, etc, todos cometidos por sus manos y pies derechos e izquierdos, sus colaboradores y subordinados y de los que ella asegura que no sabía nada.

Cuando los miembros de la Comisión contra la corrupción de la Comunidad de Madrid se la echen a la cara no olviden que quizá no vuelvan a encontrarse en su vida ante una persona tan indigna, inmoral y carente de todo escrúpulo.

Y no se dejen impresionar ni engañar. Ella lo sabía todo: desde el Tamayazo a la Púnica.

dimarts, 9 de febrer del 2016

Copiar está feo

En su denodado esfuerzo por hacer imposible el pacto de las izquierdas en España, que tanto dice anhelar, a fin de provocar elecciones nuevas sin que parezca que lo hace, Iglesias acusa a Pedro Sánchez de copiarle el programa electoral. Lo dice con finura, aunque claramente: el conjunto de propuestas socialistas "se parece mucho al programa de Podemos" y remacha luego, por si alguien no se hubiera enterado  que se "alegra" de que Sánchez 'se inspire' en las propuestas de Podemos."

Vaya, que el tal Sánchez es un copiota que se ha apropiado descaradamente de ideas ajenas como si fueran propias.

En política no hay propiedad intelectual ni copyright que valgan. Ahí tienen ustedes a Dolores de Cospedal diciendo que el PP es "el partido de los trabajadores", como si fuera Dolores Ibarruri rediviva y nadie ha dicho esta boca es mía. O a Rajoy afirmando que los "españoles son mucho españoles", como si fuera Forrest Gump.

No, no hay copyright y los partidos se apropian de las ideas y fórmulas de los otros como los comediógrafos de todos los tiempos han entrado a saco en la rebotica de la competencia. Pero, precisamente, cuando uno señala en otro una copia o plagio, uno deberá estar libre de que le devuelvan el tiro cruzado. Y no es el caso, tratándose de Pablo Iglesias y Podemos que:
  • ha copiado hasta el nombre del dirigente del del fundador del socialismo;
  • ha copiado el nombre del partido, Podemos, del Yes, we can de Obama quien, a su vez, lo había copiado del del líder agrícola César Chávez en los ochenta;
  • ha copiado a Zapatero su eslogan o consigna en la campaña de 2008 de "por cada insulto, una sonrisa, una propuesta";
  • ha copiado el color del partido al movimiento feminista;
  • ha copiado los círculos de los círculos bolivarianos;
  • ha copiado el "asaltar los cielos" de la definición de Engels de los Communards de París de 1871;
  • ha copiado el "tic-tac" al Capitán Garfio de Peter Pan;
  • y, ya puesto, ha copiado la etiqueta de socialdemócrata al PSOE al afirmar que, para socialdemócratas de verdad, los de Podemos y, con la etiqueta, le ha copiado el programa entero, para ofertar una socialdemocracia de izquierda;
Si esta vía de ultimátums y labor de zapa contra los pactos de un gobierno de izquierda continúa, veo a Podemos al final votando con el PP en contra de ese gobierno porque no se ha hecho con él.

Y eso también sería una copia: la de la "pinza" de Anguita y el PP en los años 90. Y ya me dirán si para este viaje hacían falta alforjas.

dilluns, 8 de febrer del 2016

Rita Barberá como ejemplo

Una manifa multitudinaria contra la corrupción recorría ayer las calles de Valencia y se detenía ante el domicilio de Rita Barberá increpándola e insultándola. Si fuera filósofa la señora aprovecharía para reflexionar sobre la mudanza de las glorias mundanas y lo tornadizo de la fortuna: ayer, "alcaldesa de España", "milagro valenciano", "la invencible"; hoy, 24 años después, "choriza", "ladrona", "a la cárcel contigo".

¡Quién lo diría de este pueblo valenciano siempre tan sumiso, que llevaba un cuarto de siglo dando mayorías absolutas a una recua de presuntos ladrones, Camps, Barberá, Fabra, Grau, Blasco, Rus, etc.! Un pueblo que ponía a dura prueba todas las conclusiones de la psicología social, de la sociología y la ciencia política mostrando que a la gente no le importa que la roben, la pisoteen, la escupan, porque vive de la demagogia de un puñado de sinvergüenzas. Y, por cierto, ¡qué demagogia! ¡Qué estupideces y vulgaridades soltaban estos pájaros para celebrar sus victorias!

Ahora se pide que la justicia actúe sin piedad y que Barberá renuncie a su aforamiento que no es otro cosa que un santuario para evitar su procesamiento. En efecto, su propio partido debiera pedirle que lo hiciera... pero no lo hará.

Porque el problema no es Rita Barberá que, por supuesto, no es un caso aislado. Tampoco es el PP del País Valenciano que tampoco es un caso aislado. El problema es todo el PP, una organización de presuntos malhechores montada desde el principio con el supuesto ánimo de robar, estafar, malversar, expoliar y financiarse ilegalmente.

¿Se acuerda alguien de cuando Aznar decía que el PP era "incompatible con la corrupción"? Por entonces ya había casado a su hija en un acto de estúpida megalomanía al que había asistido la flor y nata que hoy pulula por cárceles y juzgados de España. ¿De cuándo Rajoy, rodeado de sus fieles en la cúpula del PP -varios de ellos ya pringados en la corrupción- decía que no había trama Gürtel sino que era una trama contra el PP?

Desde el momento de su fundación, este partido de franquistas, nacionalcatólicos con una pátina de liberalismo cursi, hace ya más de veinte años, parece haberse dedicado al saqueo sistemático del erario en provecho de una increíble cantidad de ladrones y sinvergüenzas que han estado cobrando comisiones, mordidas o sobresueldos, incluido su presidente nacional que, por insólito que parezca, todavía no ha dimitido.

No son casos aislados. No es que el partido esté corrupto. Es que se puso en pie para corromper el conjunto de las instituciones de la democracia española. Y, mediante su sistemática financiación ilegal y el pago en negro de las elecciones, lo ha conseguido porque, a estas alturas, todos los triunfos electorales del PP son nulos, como nulos son todos los actos de unas autoridades en todos lo niveles que han sido proclamadas de forma fraudulenta.

No hay que disolver el PP del País Valenciano y nombrar una comisión gestora. Hay que disolver el PP de España, declararlo ilegal, mandar a su presidente a prestar declaración ante el juez, nombrar una comisión gestora y facilitar cuanto antes la formación de un gobierno de gente honrada que saque al país de esta pesadilla de ladrones sin escrúpulos, sin cultura y sin dignidad.

diumenge, 31 de gener del 2016

No quito ni pongo rey, pero...

...ayudo a mi señor."

La complejidad alcanzada por el sistema de partidos tras las elecciones de 20D va a dar para mucha cábala. Mucho fino análisis. Mucha sardina arrimada a la propia ascua. Mucho sondeo interpretado con cándida intencionalidad. En fin, algún contertulio saldrá del programa en una camisa de fuerza.

Como en los graves momentos de la historia patria, El País interviene con un editorial producto de su profunda identificación con la estabilidad de esta monarquía parlamentaria, y con formulaciones verdaderamente audaces: El PSOE no es la CUP. La idea del diario parece ser advertir de ello a Pedro Sánchez que, si lo ignora, debe de ser el único en todo el país. La advertencia se estructura en una cadena de razonamientos, sentados como verdades incuestionables pero que son altamente cuestionables. Se parte del supuesto de que el propósito de Sánchez de someter a consulta a las bases del partido la posible coalición es un disparate producto de sus lamentables errores que el diario refuta minuciosamente.

El primero es tratar de imitar a Podemos. Un error, no porque consultar esté mal, sino porque, según el editorialista, Podemos lo dice, pero no lo hace, sino que recurre a unos rituales controlados por la dirección leninista. Esto no es un error; es un juicio de intenciones del editorialista.

El segundo es que se trata de un golpe de efecto y un intento de vencer a los barones. Que sea un golpe de efecto o no, no quiere decir nada respecto a la justificación de la medida considerada errónea, y que Sánchez quiera ganar por la mano a los barones es lógico. O ¿ha de entenderse que,  como son los barones, él debe dejarse gobernar y adaptar su criterio a lo que se le imponga?

Error es también por cuanto el recurso a las bases, populista por definición, revela problemas de liderazgo dentro de la categoría de "políticos mediocres". Ni se le ocurre al editorialista que quizá los problemas de liderazgo sean mejores para el interés general que el liderazgo sin problemas. Un ejemplo bien a mano, el sólido liderazgo de los cuatro inenarrables años de Rajoy. Y en cuanto a la categoría de "políticos mediocres" pues, en fin, el mismo caso viene al pelo.

Igualmente erróneo es ocultar estos planes a los barones y saltarse, dice el editorial, "a la torera" las reglas del juego democrático del partido. Suponiendo que la idea no se le haya ocurrido en el último momento (sin que ello vaya en detrimento de su calidad), lo que haría irrelevante la intervención de los barones, lo de saltarse "a la torera" las reglas de juego es afirmación cuyo contenido de verdad descansa exclusivamente en el empleo del sintagma "a la torera". Las tales reglas del juego vienen en los estatutos y estos son susceptibles de tantas interpretaciones como personas ocupen los cargos.

Sánchez reincide en el error por ignorar un hecho que el editorialista enuncia como incontrovertible, esto es, que el PSOE es más un partido de electores que de militantes. Por supuesto, la distinción no quiere decir nada a nuestros efectos. Desde el momento en que los partidos se mantienen gracias a la financiación pública cuya cuantía se mide por la cantidad de votos y no de afiliados, lo que los partidos quieren son electores, no militantes. Pero mientras los electores no puedan identificarse como electores de un partido, las decisiones sobre este las tomarán los militantes, lógicamente. Consultarlos no es una demasía.

Lo errores se trasladan del orden teórico al práctico. Sánchez, según parece, no se ha enterado de que las elecciones del 20D no han dado una mayoría clara de izquierdas ni de derechas. Como con los errores, si no se ha enterado, debe de ser el único del país y es de suponer que alguien le habrá informado. Un tertuliano, por ejemplo, siempre en la pomada.

Error es igualmente pasarse de simpático en la vida. A El País le parece irresponsable ese propósito de ir tendiendo la mano "a derecha y a izquierda". En fin, supongo que para eso tiene dos. El diario, sin embargo, insiste en que es un error porque Iglesias y Rivera no se tragan. Cada vez las reflexiones son más profundas. Yo no sé si alguien habrá encontrado alguna vez en la naturaleza un animal con unas tragaderas más grandes que las de los políticos.

Pero el error definitivo, el que llevará al suicidio a Sánchez si lo comete, es no seguir los sabios consejos de Felipe González, dios menor tutelar del diario que le dio hace poco cancha en una entrevista para exponer su pensamiento. Un juicio salomónico: que ninguno de los partidos dinásticos sea un obstáculo para que el otro gobierne. Así, sin más, tercera vía de concordia.

Ignoro qué entenderá González por "gobernar". Apuesto algo a que el resto de los mortales entendemos "aplicar un programa". Corresponde a los socialistas demostrar a su antiguo secretario chino y actual jarrón general por qué deben gobernar ellos y aplicar su programa. No es mi tarea.

Mi tarea es preguntar González, como ha hecho, Iñaki Gabilondo si él cree que se debe dejar gobernar otros cuatro años al Rajoy de los sobresueldos y el partido imputado en un proceso penal. Y preguntar, algo más allá, si cree que el gobierno del PP es un gobierno y el PP un partido. O son otra cosa, procesalmente hablando. Y, aun más allá: si conoce cómo las está pasando la gente, si tiene idea de los indicadores de desigualdad, pobreza, miseria, emigración, etc.

Propiciar que este gobierno arbitrario, injusto, abusivo, autoritario, corrupto, expoliador siga campando por sus respetos otros cuatro años sí que es un error. No hace falta un editorial para verlo. Basta con abrir los ojos.

dijous, 24 de desembre del 2015

Carta abierta a Pedro Sánchez

Durante la campaña electoral hablaste varias veces de una tridente contra el PSOE. Te referías a PP, Podemos y C's cuyo monotema, casi, era atacar al PSOE. Debiste incluir a IU, que hacía lo mismo. Todos contra el PSOE.

Y el PSOE aguantó bastante bien, dadas las circunstancias. El partido merece tu reconocimiento. No tú, que no has hecho gran cosa. Debieras hacerlo público. El PSOE ha aguantado la nefasta segunda legislatura de Zapatero y el mandato del reaccionario Rubalcaba, más ocupado en ponerse al servicio del PP que en hacerlo al de sus conmilitones.

También ha aguantado lo que llevas de secretario general porque, hasta la fecha, tu ejecutoria es bastante mala: no has hecho oposición alguna al PP en el Congreso, hasta el punto de que el mismo Rajoy te reprochó en el debate no haberle puesto una moción de censura, o sea, no haber cumplido con tu deber y ser una especie de cómplice suyo. Tampoco has aportado nada al marasmo ideológico en que se debate la socialdemocracia tradicional, ni has mejorado la organización y funcionamiento internos del partido. Al contrario, contigo este sigue comido por la oligarquía de enchufados y burócratas de los que te rodeas como de una guardia pretoriana de beneficiados. Solo te has preocupado por mejorar tu imagen de forma que de ti puede decirse como decía Samaniego del busto: "tu cabeza es hermosa, pero sin seso".

Sin embargo, el PSOE ha conseguido el segundo puesto en las elecciones, en contra de muchos vaticinios que ya lo daban por muerto. Cinco millones y medio de votos y noventa diputados con la que está cayendo, aun siendo el peor resultado  en esta segunda época de su existencia, es toda una hazaña. El PSOE tiene y está presente en la historia del país con resultados de todo tipo. Es un partido de verdad, con una militancia histórica, muchas veces heredada de padres/madres a hij@s, su principal activo. No es una asociacion de presuntos malhechores, como el PP, erigida para esquilmar el erario. Tampoco grupo de amigos catapultado por los medios de comunicación, especialmente la televisión, como Podemos, con la finalidad de acabar con el PSOE. Es un viejo partido histórico presente en el panorama político español a pesar de que, por falta de discurso innovador y de una praxis eficaz al servicio de las clases desfavorecidas, presente un aspecto envejecido y anquilosado.

Tratando de aprovechar estas horas relativamente bajas del PSOE, Podemos lanzó un envite con el fin de desplazarlo de lo que llama la centralidad política para ponerse en su lugar, moderando sus pretensiones radicales, haciéndolas más atractivas y verosímiles para las generaciones nuevas. En el fondo, es revitalizar el viejo discurso del sorpasso anguitista, esa obsesión del "califa" por cumplir el anhelo comunista de acabar con la socialdemocracia traidora y calzarse sus zapatos. Lo de siempre. 

Han fracasado en el empeño, aunque, fieles a los principios de la propaganda política, disfrazan el fracaso de triunfo y cuentan con que, si pueden empujar al PSOE a unas elecciones nuevas en breve plazo esta vez sí conseguirán superarlo, que es lo que más les importa; más incluso que derrotar al PP. 

Cuentan con  que no apoyarás gobierno alguno de la derecha, pues eso sería tu perdición y es cierto.  Solo podrás pactar con la izquierda, comenzando con Podemos. A continuación te ponen como condición el referéndum de autodeterminación pensando que no la aceptarás. Así, no habrá gobierno en España y será necesario ir a nuevas elecciones en donde los de los círculos se las prometen felices.

Para ti, la posibilidad de nuevas elecciones es impensable. Pero, si no confundes tus deseos con la realidad, habrás de admitir que a lo mejor has de aceptarlas. Si no puedes formar gobierno porque los de Podemos están más interesados en una nueva consulta, esta puede ser inevitable. Como han demostrado las del 20D, cuentas con un activo único, que los demás no tienen: tu partido, que solo debe ser actualizado. Menos campañas de imagen y más trabajo en la articulación de una política de reconstitución de un PSOE que la gente pueda ver de nuevo como algo propio. 

Inténtalo terminando con la política de amiguismo, enchufismo y favoritismo; facilitando el retorno de quienes en los últimos tiempos se han ido por la izquierda; reorientando el partido hacia esa misma izquierda, recuperando su carácter republicano, laico y federalista; reconociendo el derecho de autodeterminación de las naciones del Estado, como se reconocía en la transición y dejó de hacerse a la chita callando, a base de engañar a la militancia, aunque esto te lo digo un poco a beneficio de inventario pues coincido con muchos independentistas en que este reconocimiento ya llega tarde.  Igualmente hay que recuperar y garantizar los derechos que el PP ha arrebatado a la gente; haciendo más política 2.0 y volviendo a convertir el partido en un referente para los jóvenes de forma que la media de edad de los militantes descienda desde la sesentena a la treintena. 

El PSOE no es, no debe ser, el partido de una oligarquía de señoritos y privilegiados, ni debe dar pábulo a que se reitere esa infamia de que es igual al PP, como lo era en tiempos de Rubalcaba.

dijous, 17 de desembre del 2015

La violencia en España.

Ayer murió otra mujer, presuntamente asesinada a cuchilladas por su marido en Zaragoza. No sé qué ministerio dice que van más de cincuenta asesinadas este año. 814 en los últimos 12 años. Es lo que se llama feminicidio. Ignoro si hay estadísticas de cuántos hombres han muerto en este mismo periodo a manos de sus mujeres pero no creo que lleguen a la media docena. Reténgase el dato para hablar luego de equiparar la violencia contra las mujeres con la que estas puedan hacer a los hombres.

La víctima era de 44 años y el victimario de 49. La pareja no tenía hijos. Fueron los vecinos quienes avisaron a la policía al oir gritos y ruidos de discusión muy violenta. No constaba denuncia alguna previa por malos tratos pero, según parece, la víctima había iniciado los trámites para el divorcio. Obviamente, algo intolerable para un machista que considera su esposa una propiedad suya,  como sus zapatos, más o menos a la altura de estos; y sería insólito que los zapatos quisieran divorciarse. Por cierto, extraño que aún no haya aparecido algún obispo diciendo que lo mejor para acabar con la violencia machista es volver a prohibir el divorcio, como en tiempos del bendito Franco, al que llevaban bajo palio.

Este nuevo crimen machista ha provocado cierta conmoción en la opinión pública. Ha habido mucha condena en los ambientes feministas, y las minorías de género. También algunos políticos han manifestado su pesar y creo que la autoridad competente ha ordenado que haya tres días de duelo oficial en la capital aragonesa. ¡Qué menos se merece la asesinada! 

Los ciudadanos no deben caer en la trampa de singularizar el caso. Los partidos son muy conscientes de que se trata de un problema social y complejo que nos afecta a todos y a todas. Sobre todo a todas. Por ello, hay que ver qué medidas concretas proponen aquellos, los principales agentes políticos.

En el PSOE, Sánchez propone que cada asesinato machista lleve aparejado un funeral de Estado. Seguramente las víctimas estarán encantadas de emprender el viaje al más allá acompañadas por las salvas de rigor y una banda interpretando Pompa y circunstancia.

En Podemos se esmeran y proponen un pacto de Estado en contra de la violencia machista. Ahí es nada. Además, será un pacto con espadas para que no se quede en meras palabras, como avisaba Hobbes. Un pacto que dirá, es de suponer, lo mismo que el Código Penal.

Los de ciudadanos quieren equiparar penalmente la violencia machista contra las mujeres con la de las mujeres contra los hombres. A primera parece absurdo y a segunda, también. ¿En qué mejora la condición de las víctimas el que se castigue a las victimarias tanto como a los victimarios?

En el caso del PP, el asunto va más en serio porque, además de decir lo que le preocupa la violencia machista, hace cosas. Por ejemplo, recorta los fondos destinados a la ejecución de la Ley contra la violencia de genéro. Suena contradictorio pero sin duda Rajoy explicará que la razón es muy sencilla: a menos fondos, menos violencia de género.

Así están en verdad las cosas. Esta es la reacción que cabe esperar de las autoridades frente al drama que viven no solamente las víctimas reales sino las potenciales. Potenciales son todas las mujeres que experimentan en mayor o menor grado el temor de ser víctimas reales. Imposible conocer su cantidad pero, sin duda, es alta. Un temor que los hombres no experimentan o, si lo hacen, es en un porcentaje infinitesimal respecto a las mujeres.

Eso es lo que quiere decir el concepto de violencia estructural, la que ejerce una sociedad patriarcal sobre las mujeres, una presión enorme a lo largo de todas sus vidas, desde la cuna a la tumba y que los hombres solo se toman en serio cuando salta la sangre.

----------------------------

Ayer, un adolescente arreó un puñetazo al presidente de los sobresueldos en Pontevedra porque este, por necesidades de la campaña electoral, salió a mezclarse con su amado pueblo como hacía Harún al Raschid en las 1.001 noches. He preferido glosar el caso de la violencia machista porque estoy seguro de que los medios hoy solo hablarán de la castaña a Rajoy. Habrá desde quienes hagan chistes en Twitter hasta quienes se indignen como juanes bautistas contra todo tipo de violencia y mucho más contra los chistosos, pasando por quienes echen la culpa a Sánchez por haber llamado indecente al indecente. La oleada de hipocresía y fariseísmo pretende convertir un hecho lamentable, circunstancial, anecdótico, irrelevante, producido por un descuido de los guardaespaldas en una categoría moral por la relevancia de la personalidad, mientras que la categoría del hecho regular, producido por la acción de un hecho estructural como la violencia machista, desaparece de la atención pública.

En román paladino: Rajoy puede contarlo; la mujer de Zaragoza, no.

divendres, 11 de desembre del 2015

La televisión manda.

La americanización de la política ha llegado por fin también a España. Lo que los teóricos como Sartori, Manin, etc., vienen anunciando desde hace años, la "videodemocracia", "la democracia de audiencias" está haciéndose realidad en esta apartada región del mundo. Ya lo era antes, con el antiguo formato de campañas a base de mítines, cuando se reservaba la frase contundente del candidato para el momento en que las cámaras grababan a fin de estar en los telediarios. Pero ahora ha cambiado: los líderes no esperan la llegada de las cámaras sino que ocupan los platós de televisión y se prodigan en todo tipo de programas, sea cual sea su contenido con tal de que tengan audiencia.

Los llamados "partidos emergentes" han nacido en los programas de televisión, en las tertulias, las entrevistas, los espacios de locutores con mucho seguimiento. Y ahora, por un efecto de retroalimentación, se ha cerrado el círculo y si antes eran los políticos quienes buscaban las cámaras,  son las cámaras las que buscan a los políticos y estos se han convertido en verdaderos héroes de shows de más o menos repercusión. Aparentemente, la dinámica de la acción política está cambiando y es frecuente encontrar análisis que tratan de dar cuenta de esta evolución según la cual la sociedad mediática hace honor a su nombre.

Porque este amoroso diálogo entre los políticos y los platós forma parte de lo que se ha bautizado ya como infotainment (o infoentretenimiento) pero no se agota en él, ha convertido la política en un espectáculo y un simulacro. Los políticos son actores y las cuestiones, los issues que se debaten están guionizados de forma que, cuando alguno se sale del guión lo despellejan, como ha pasado con el machismo de Rivera (a) Falangito. El despelleje no tiene por qué ser en el propio plató sino que suele producirse luego en las redes sociales, especialmente Twitter, la dominante. Ahí es donde un patinazo, un lapsus, un error, se viraliza y da de nuevo la vuelta al ruedo porque, al viralizarse, los medios convencionales recogen la noticia que retorna a las redes ya con el marchamo de las cabeceras. Un Merry go round permanente.

En principio, no hay nada en contra de esta forma de hacer política y batirse el cobre en las campañas electorales. Estas elecciones del 20 de diciembre son también una buena ocasión para comprobar qué efectos tendrán los cambios. A primera vista se me ocurren cuatro cuestiones que pueden tener interés:

La primera es obvia: el medio determina el mensaje y la asistencia a los programas de mucha audiencia trivializa el discurso y vacía de autoridad la figura de los candidatos que aparecen como gente superficial, cuando no verdaderos botarates. Puede decirse que tanto da siempre que los voten. La cuestión es si la gente vota a  cantamañanas. También parecía que Beppe Grillo en Italia iba a comerse el mundo y luego resultó que no lo votan.

La segunda es el peligro de que los medios, que son empresas privadas con intereses específicos, manipulen el impacto que los políticos y los candidatos tengan obligándolos a adaptar sus discursos a los parámetros ideológicos que alimentan aquellos. Los medios audiovisuales no solo determinan la agenda sino que obligan a ajustar los postulados programáticos al mainstream que ellos mismos han creado y alimentado.

La tercera es la relación entre medios y redes sociales. Estas últimas son verdaderos zocos de militancia política pero, aunque su gran abullición pareciera anunciar otra cosa, su impacto sigue siendo minoritario, como saben todos los que convocan actos a través de las redes a los que habitualmente acude menos del uno por ciento de quienes han comunicado que lo harán mediante un click en el correspondiente botón de "iré".

La última es que la audiencia televisiva no diferencia entre votantes y abstencionistas. El 25 por ciento que habitualmente se abstiene en las elecciones españolas, también mira la televisión. Incluso es posible que sea lo único que haga, mirar la televisión. Ir luego a votar es otro asunto.

dilluns, 7 de desembre del 2015

Todo está en el aire.

La cábala es un método de razonamiento místico de origen judío, basado en fuentes ocultas y que, habitualmente, tiene respuestas para todo. Por eso, su uso se ha popularizado en forma plural, cuando decimos que hacemos cábalas, esto es, damos vueltas y revueltas a los datos, buscamos las relaciones más inverosímiles y tratamos de conseguir interpretaciones que nos sean favorables en el pasado, en el presente o en el futuro. Generalmente en el futuro, porque sobre lo otro es difícil hacer cábalas. Lo que fue, fue; lo que es, es; lo interesante es lo que será. Es el futuro cabalístico.

El informe de Público es tan llamativo que invita a las cábalas sin más. El meteórico ascenso de Ciudadanos cada vez parece más la resistible ascensión de Arturo Ui que resultó ser irresistible. Supongo que las similitudes se agotan en el título porque Arturo Ui era Adolfo Hitler quien, por cierto, verá desde donde se encuentre que en Alemania se reedita su libro, Mi lucha, prohibido hace setenta años. Desde luego, prohibir libros es absurdo. Lo malo no son los libros, sino sus autores y lectores. Ahí está el peligro, pero es un peligro contra el que no hay remedio porque depende de la capacidad de la gente para no dejarse engañar o sea, algo casi infinitesimal. C's se extiende como una mancha de aceite, casi como un movimiento al que las gentes se adhieren con una especie de revelación repentina, como la fascinación que ejercía el Mahdi en la guerra de los derviches.

Se trata de un fenómeno interesante. Un partido recién constituido en España (no así en Cataluña), sobre el que nadie sabe gran cosa de cierto en cuanto a organización, funcionamiento y financiación y dirigido por un personaje tanto más desconocido cuanto más se prodiga por los platós de televisión sube como la espuma en las preferencias de los ciudadanos. Por todo lo que en verdad sabemos de Rivera, pudiera ser un ciborg. A veces, en verdad, lo parece. Y, como tal ciborg está obedeciendo órdenes de alguien a quien no puede delatar porque no sabe quién es.

El ascenso de C's tiene a los demás partidos desconcertados. En el PP se hacen cruces, a lo que son muy aficionados, de ver cómo les pisa los talones un advenedizo que les ha robado su más vistoso gallardete para la campaña electoral: la unidad de España. Oír hablar de la unidad de España a uno de Pontevedra no tiene chiste; oír a uno de Barcelona es una pasada que la gente premia con votos a mansalva. En lo demás, la competencia entre C's y PP es cómica. Al lado del ciborg Rajoy parece todos los personajes de Bienvenido Mr. Marshall uno detrás de otro. A estas alturas es ya evidencia misma que el PP, en el mejor de los casos, necesitará de C's para seguir en el gobierno y C's decidirá quién lo preside con bastante más eficacia que la CUP en el caso de CDC.

Pero a quien más daño ha hecho C's ha sido a Podemos. Toda la promesa de innovación, ruptura, apertura de Podemos se ha deshecho como el azúcar en el agua con la llegada de C's. Si frente al ciborg, Rajoy resultaba repentinamente más viejuno que el abuelo Cebolleta, Iglesias queda relegado al rincón de los revoltosos, indolentes, poco de fiar. El ciborg vence a Rajoy en lo cibernético y a Iglesias en lo orgánico, tiene un lado humano mejor visto en una sociedad conservadora y teleadicta. En el fondo, el paralelismo entre Rivera e Iglesias es una variedad de la historia moralizante que narraba Hoggarth en el siglo XVIII, la doble biografía del buen y el mal aprendiz. Por supuesto, la gente siempre vota al buen aprendiz que, por su trabajo y tesón llega a gobernar la ciudad mientras que el malo acaba en el cadalso por su vida disoluta.

Verdad es que el autor del reportaje atribuye muy contento un verdadero triunfo a Podemos que consolida cuatro millones de votos y llega a 50 o 51 diputados. Pero esas cuentas salen sumando las diversas organizaciones que han confluido con los morados en diferentes naciones y nacionalidades. Y está por ver que esa suma pueda mantenerse en los trabajos parlamentarios como una unidad de acción entre fuerzas que querrán constituir grupos parlamentarios propios. Lo que cabe vaticinar más bien es cierto desbarajuste cuando Podemos pretenda que haya una unidad de voluntad en la acción de todos si ni siquiera la consigue fuera del Parlamento. Porque han confluido, no se han unido.

Y, por supuesto, las campanas doblan a difuntos por el PSOE, a quien muerde ciudadanos por un flanco tecnocrático y Podemos por otro izquierdizante. Tengo para mí que el PSOE ha entrado en un círculo vicioso, una espiral de destrucción de la que no acierta a salir. Es fácil de visualizar, pero nada fácil de remediar. Tras el desastroso resultado socialista en 2011, el más bajo de la historia democrática, se vaticina otro peor. En este momento caben dos actitudes (que son las que habitualmente se dan en todas las organizaciones complejas en procesos de extinción): la de quienes propugnan corregir el rumbo y evitar el desastre aquí y ahora. Para ello están dispuestos a cambiar lo que sea necesario... y posible. Y esto es un fallo porque si, por ejemplo, para enderezar el rumbo fuera necesario cambiar el secretario general, ello no sería posible por falta de tiempo y la derrota estaría así asegurada.

Pero también se da la actitud de quienes no creen que pueda evitarse el desastre aquí y ahora, dan la batalla por perdida (incluso algunos se alegran de ello porque así se cargan de razones para su revancha) y esperan a la derrota para ajustar cuentas y confiar la recuperación a las siguientes elecciones. El problema es que no está nada claro que el destino vaya a darles otra oportunidad de recuperarse y su abstención ahora es justo lo que termina con las expectativas de su organización. La siguiente vez será peor.

Realmente todo son cábalas, pero unas son más negras que otras. Como la magia.

divendres, 4 de desembre del 2015

El tema del día.

El hundimiento del PSOE en todas las portadas y en todos los audiovisuales. El tema de todas las conversaciones en la corte. Amargo vaticinio con el que ha de lidiar Pedro Sánchez, al que está poniéndosele cara de perdedor. Basar las expectativas del PSOE en el tirón del liderazgo personal de Sánchez, confiando en su imagen ágil y juvenil frente a un acartonado y más bien vetusto Rajoy era buena estrategia. Hasta que aparecieron otras dos estrellas del rutilante firmamento político, mucho más rompedoras y nuevas, que han dejado al bueno de Sánchez en tierra de nadie. 

Si se atiende a la valoración de los políticos, resulta que el orden en que se encuentran contradice el de las opciones electorales, lo cual es muy curioso. Por ejemplo, el político peor valorado es Rajoy, sin embargo su partido tiene la más alta expectativa de voto, circunstancia de la que puede colegirse que los españoles votan mayoritariamente a los políticos en los que no confían. Tiene que haber un elemento de masoquismo hispano que seguramente se concreta en la idea de que los que mandan son unos sinvergüenzas  y los tenemos calados. Por eso los votamos.

En esto de las inclinaciones y tendencias también hay de todo. El segundo político en valoración, Garzón, ocupa el quinto puesto en expectativa de voto, es decir, el último porque UPyD no llega al 3% y se verá fuera del Parlamento. La gente aprecia a Garzón, probablemente por su gentileza y punto donquijotesco, pero no piensa en votarlo.

El número uno en valoración, Rivera, es tercero en intención de voto y subiendo. Ese primer puesto en valoración (4,98, casi un aprobado, el único) se explica por la imagen de acaramelado joven que proyecta. En el fondo, las estampas clásicas del mozo de buena familia, pegan. No hay necesidad de ir más hondo en el misterio de por qué los ciudadanos valoran tan alto y tienen intención de votar a este joven con pinta de broker de éxito, que ha tenido el acierto de bautizar su partido con el nombre de Ciudadanos. Quedan por aclarar misterios del pasado, como la financiación o la famosa campaña de Libertas, una asociación ultraderechista entre C's y el patrón de la ONCE, pero eso son menudencias.

Curioso es también el muy bajo índice de valoración de Iglesias, 3,87, ligeramente por encima de la de Rajoy, un 3,31, lo cual tampoco es muy difícil. Hasta Herzog, de UPyD, está por encima del de Podemos y eso que no lo conoce nadie. Se ve que los cuatro gatos que lo conocen lo valoran mucho, puede que hasta sean familia. En el caso de Iglesias lo conoce casi todo el mundo, aunque no tanto como a Mariano Rajoy. Los dos más conocidos son los peor valorados. En nuestra sociedad cuanto más te conocen, menos te quieren, aunque esta sabiduría no se aplica en el caso de Rivera el misterioso. 

El drama del PSOE tiene una dimensión especial. Si cae por debajo del resultado de 2011, que fue el peor de la historia, la era Sánchez podría tocar a su fin. Los mentideros sociatas hablan de un difuso anhelo, plan o deseo de que Susana Díaz se postule a la secretaría general, aunque habrá también escuderías de otra índole en las que quizá estén preparándose otros candidatos. No nos corresponde a los comentaristas apoyar a unos u otros, pero sí considerar los efectos de la decisión. Si el PSOE decide cambiar de secretario general, el cambio lo tendrá entretenido en los primeros tiempos de la siguiente legislatura, que es cuando se toman las medidas fuertes. Es decir, corre el peligro de deslizarse hacia la irrelevancia. Al fin y al cabo ha sido su situación en la X legislatura, la de mirones irrelevantes.

diumenge, 29 de novembre del 2015

Línea de salida.

Empate en la línea de salida parecería una buena señal. Con Podemos de cierta remontada, acercándose a la línea mágica del veinte por ciento, condiciones de fair play: igualdad en el punto de partida. Queda el caso de IU, sempiternamente sumergida en su testimonial cinco por ciento del voto más o menos. Pero eso ya parece más cosa de psiquiatría antes que de análisis político.

Lo malo es que, al tratarse de intención de voto, no es línea de salida, sino de llegada. Todos los partidos alcanzan unos resultados igualados, ninguno puede gobernar en solitario y es preciso entrenarse en una actividad de negociación, compromiso y coalición que no es frecuente en España y que a los españoles, generalmente machos, les parece cosa de damiselas.

La lógica coalición de las derechas, PP y C's quizá tuviera mayoría parlamentaria absoluta pero no contiene especial beneficio para C's, que liga su suerte a un partido en previsible situación de crisis y reduce sus propias expectativas a base de parecer cavernícola. Más esperanzas tendría una gran coalición clásica, PP - PSOE. Muestra su solera. Pero no en España. Téngase en cuenta, además, que la esperanza del PSOE es derogar lo legislado por el PP, cosa que hará más cómodamente sin el PP. Por eso, el PSOE buscará entre los de C's y la gran coalición que pudiera darse no sería del todo disparatada. Al fin y al cabo, los de Podemos también dicen que pueden pactar con C's si este abandona su belicismo y su neoliberalismo. Temo, sin embargo, que no consigan desembarazarse de estas cuestiones por cuanto, en realidad son estructurales en el sentido althusseriano, decisivas para la existencia. Por tanto es poco probable el pacto C's - Podemos.

Así, aunque su comportamiento induce a pensar que C's puede aliarse indistintamente con PP y PSOE en las Comunidades Autónomas, la cosa cambia en el voto a las generales, en donde entran en juego otros factores, como la imagen de partido nuevo frente a los viejunos, en la creencia de que el PSOE tendrá más capacidad de adaptación. Pero eso está por ver.

La posible alianza PSOE - Podemos no tendría la mayoría absoluta en el Parlamento y lo más probable es que tampoco la alcanzara con la ayuda de IU que quizá debiera ir pensando en disolverse. Esto es, el electorado excluirá en su comportamiento el posible pacto de la izquierda a la portuguesa, algo que los progresistas alaban pero no practican. Por lo demás, si las izquierdas se presentan divididas a las elecciones, lo mismo, por primera vez sucede con las derechas. ¿Por qué la división de las izquierdas ha de resultar peor para estas que el de las derechas? En las izquierdas, como en las derechas, cada cual vote su opción y apóyese luego la coalición que se piense más conveniente.

Lo mejor de este empate es que, de seguir así las cosas, el único cuadro que no se dará será la repetición de un mandato de Rajoy. Descartada la mayoría absoluta, única posibilidad de continuar, cualesquiera otras combinaciones no reservan plaza para Rajoy en ningún supuesto. No es imaginable situación alguna en la que los dirigentes de los partidos le dieran su apoyo. Ni el mismo Rajoy lo haría si tuviera uso de razón, que no es el caso. No está clara la combinación que pueda salir, pero algo parece ya seguro: cualquiera en la que no esté Rajoy. Su bajísima valoración popular a lo largo de toda la legislatura y el rechazo que, con harta razón, inspira, muestran que el país está harto de soportar a este pájaro bobo y cazurro que lo que tiene de aprovechado, lo tiene de caradura.  

dimarts, 24 de novembre del 2015

Lemas y debates.

Las campañas electorales son reyertas de truhanes, pero se preparan como si fueran justas de caballeros. Pablo Casado, el portavoz del PP que hace bueno a Carlos Floriano, ha presentado el lema y la imagen con que concurrirá el PP, esto es, el emblema del partido. La parte iconográfica es la silueta de una cabeza azul sobre fondo rojo, como si fuera un anuncio de los años cincuenta de Okal, lenitivo del dolor. La cabeza añil lleva sobreescrita una leyenda algo más celeste pero que ocupa todo el espacio: cerebro, rostro, cuello. 

La leyenda es una orden. Usa el imperativo "piensa", muy típico de la mentalidad autoritaria. Pero son autoritarios de hoy, o sea, medio anarquistas, porque dicen que pensemos pero "sin prejuicios". También es una orden, pero se atenúa porque se nos pide que nos liberemos de algo generalmente tenido por malo, los "prejuicios". O sea, "piensa", a secas, sin prejuicios, sin nada, libremente. Bueno, no serán tan autoritarios. Un momento: a continuación señalan que la mente nos puede jugar una mala pasada. O sea: "piensa", sí, y hazlo sin prejuicios, pero, ojo, que el órgano pensante ("tu mente") puede ir contra ti, perjudicarte. Y es que, caramba, nada hay más peligroso que una mente abierta, libre. Por eso es preciso orientarla, encauzarla. No adoctrinarla, claro es, nada de eso, sino simplemente iluminarla, hacerle ver el recto camino. A continuación, el PP especifica una lista de veinte (20) cuestiones sobre su gestión que suelen plantearse falsamente y aporta veinte (20) respuestas correctas, para que las mentes libres las aprendan, las incorporen, las hagan suyas y las repitan por doquier.

Como el catecismo del padre Astete.

El PP no se limita a presentar su emblema con el orgullo y la satisfacción que rebosa el señor Casado, supongo que por la Iglesia. Viene luego la política de comunicación en cuanto a su participación en los debates. Campo de minas.

Todo el mundo sabe que los debates, los directos, las ruedas de prensa, las intervenciones públicas, el mero llamar a un taxi en la calle es un reto para Rajoy. No sabe llamar un taxi, ni hablar en público, no sabe leer ni entiende su letra y, cuando no tiene un guion claro y ha de improvisar dice auténticos dislates del tipo de "un plato es un plato y un vaso, un vaso", "en España hay españoles que son mucho españoles" o "van a subir el IVA de los chuches".

Un debate de más de uno (él mismo y nada más) ya le resulta problemático, así que uno de cuatro debe de parecerle la noche de Walpurgis. ¿Cómo supone El País que el presidente de los sobresueldos va a aceptar sentarse en un debate a cuatro en su redacción para que pueda ser emitido en directo a todas partes? Es como pedirle al Papa que oficie una misa satánica.

Es verdad que los tres aspirantes, que se dan traza de ser canes de raza, con algún viso de lobo solitario, no son más que gozquecillos atolondrados. Ladran en falsete por las calles pero, en el fondo, comparten con Mariano Rajoy la impostura en que él se mueve, como si España fuera un Estado de derecho y una democracia, como si hubiera división de poderes, garantía de los derechos de los ciudadanos, independencia de la justicia, actividad parlamentaria legislativa y de control y un gobierno responsable y no la arbitrariedad reinante de una mayoría absoluta parlamentaria que ha destrozado el Estado de derecho y la democracia.

Por supuesto, mientras los partidos de la oposición compartan este simulacro y no replanteen todo negándose a reconocer legitimidad alguna en un gobierno de un partido corrupto con un presidente bajo sospecha que se niega a dimitir, los debates seguirán siendo falsos, acartonados e inútiles.

Y aun así, Rajoy no los quiere.

dijous, 19 de novembre del 2015

Cosa de la raza.

Falangito llaman a Rivera en las redes, que son como corralas de maledicencia tecnológica. Según parece, el líder de C's se irrita con el apelativo, no sé si por lo que tiene de Falange o lo de Naranjito, también relacionado con el color de su partido. Hay quien dice que esa irritación explica por qué el hombre propone legislar la posibilidad de bloquear el acceso a internet en estado de excepción. Como en Cuba o en China, según dicen. Bloquear internet. Como el que clausura una sala de fiestas. En fin. No puede evitarlo. Lo lleva en su educación, su experiencia, su forma de ser.

Bien claro quedó en el Intermedio, cuando admitió a regañadientes que hay que hacer justicia a los asesinados y enterrados en cunetas por todo el país pero que el asunto de eliminar placas y otras señas e iconografías del franquismo no es necesario. Eso provocó una respuesta de Wyoming de antología. Rivera no hará nada contra el franquismo, ni lo condenará (ya evitó hacerlo en el Parlament catalán) porque lo lleva en los tuétanos, porque es un producto del franquismo pasado por el escaparate neoliberal.

El espectacular ascenso de C's viene impulsado por un lanzamiento mediático que solo cede al que disfruta Podemos, aunque con menor fortuna electoral. Rivera capitaliza en votos cada minuto de televisión, mientras que Iglesias pierde mucha fuerza en las discordias internas de su partido que cada vez se parece más a IU por las reyertas y venganzas. Ventaja inconmesurable para Rivera, al frente de un partido unido como una piña, con unos líderes sacados de castings, réplicas desvaídas del jefe y en el que todo es misterioso, desde su organización y funcionamiento hasta su financiación. Solo se sabe que el control de Rivera es férreo y que nadie discrepa. Puro estilo movimiento y movimiento nacional.

Carlos Delgado acaba de publicar un libro que lleva el muy gráfico título de Albert Rivera es un lagarto de V con una portada en que aparece el interesado con medio rostro suyo y medio de uno de los lagartos de una vieja serie de televisión en donde, si no recuerdo mal, los lagartos se comían las ratas vivas, cogiéndolas por el rabo. La imagen es bastante repulsiva y casa poco con la de broker vivaz y expeditivo que Rivera cultiva por los platós. Pero vale, y mucho, la idea subyacente de la personalidad ambigua, doble, del candidato. Es catalán y es español. Es de derechas y de izquierdas por transversalidad. Es liberal y es ordenancista. Es distante y cercano. Frío como un lagarto y cálido al modo de los testigos de Jehová. Todo lo que es es doble.

En la imagen. El fondo es autoritario, centralista, muy conservador, religioso y reciamente español taurófilo, pero abierto a todos los vientos del neoliberalismo.  Pan y toros, que decía León de Arroyal. 

diumenge, 8 de novembre del 2015

Destituir a un general.


El episodio es conocido: Podemos ficha a un general exjefe del Estado Mayor para que vaya de segundo en su lista de Zaragoza. La noticia tiene muchas vertientes y ya cuenta con abundantes comentaristas entre los que destacan los virtuosos indignados, como es habitual en el país. Unos cargan contra Podemos por incluir entre los suyos a un general, firme partidario de la OTAN; otros la toman con el general por ir en la lista de unos zarrapastrosos, enemigos de España. Y los hay que critican a los dos por estos o similares motivos.

Sea como sea, desde el punto de vista de la precampaña electoral, el fichaje ha sido un acierto porque ha tenido amplia repercusión en los medios y ha obligado a otros actores políticos a pronunciarse, en especial, al gobierno que, con una velocidad insólita, ha destituido y expulsado del ejército al militar.

Este último acto es el que Palinuro desea comentar. No en cuanto a la oportunidad o legalidad o pertinencia del cese fulminante sino en cuanto a su sentido profundo, muy revelador de una mentalidad. La mentalidad que traslucen las palabras del ministro de Exteriores quien, quizá por su talante más tosco, dice lo que piensa: "No parece razonable que un general fiche por Podemos".

¿Por qué no? Muy sencillo, porque los militares tienen expresamente prohibido el estar afiliado o colaborar en ningún tipo de organización política o sindical, asistir a sus reuniones ni expresar públicamente opiniones sobre ellas, por el artículo 182 de la Ley 85/1978, de 28 de diciembre, de Reales Ordenanzas de las Fuerzas Armadas, declarado vigente por la posterior Ley 39/2007, de 19 de noviembre, de la carrera militar. Diáfano. Pero la cuestión no es esa puesto que, sabedor el general de que se situaba fuera de la ley, ya había pedido el cese voluntariamente.

La cuestión está en las palabras del ministro que, como los peces, muere por la boca. Porque lo no razonable o irrazonable no parece ser que el militar fiche por un partido político, sino que lo haga por Podemos.

De nuevo: ¿por qué no? Podemos es un partido legal, amparado por la ley. Cualquiera puede militar en él si es admitido y, si los militares pudieran afiliarse a partidos, tanto podrían a Podemos como al PP. ¿Por qué no a Podemos? Es interesante observar, además, que el discurso de Podemos tiene un elemento patriótico, supuestamente genuino y popular, al estilo bolivariano, en el que el fichaje del milico encaja de maravilla.

Pues precisamente por eso. La derecha española más tradicional y reaccionaria -de la que el ministro es muestra de feria- considera que el país es suyo, de su propiedad. Como suyos son la Hacienda que lo financia, le Iglesia que lo bendice, la Justicia que lo ampara y el Ejército que lo defiende. Es el principio HIJE que voy a patentar como nombre para la conversión del país en un cortijo propiedad de la derecha. Esta controla de mil maneras a los inspectores de hacienda, los curas, los jueces y los militares, así como muchos otros estamentos. Podemos, por muy partido legal que sea, no entra en el contubernio y es una amenaza a la continuidad de esa posesión e instrumentalización de España y sus instituciones al servicio de la oligarquía. Podemos está fuera y, según la mentalidad paranoica de la derecha, es enemigo de España porque todo lo que no sea nacionalcatolicismo es anatema y animadversión a la Patria. Un general fichando a favor de los enemigos de España, en efecto, no sería razonable. Al no ser tal el caso y alentar en Podemos un patriotismo de otro tipo pero tan patriotismo como el del ministro, lo que no es razonable es que un personaje como Margallo sea ministro de nada. 

dissabte, 7 de novembre del 2015

Sin exagerar.


La foto de Público pretende trasmitir la idea de división, de fraccionamiento, de guirigay de la izquierda. Pero no es enteramente justa. Los seis rostros alineados vienen a probar el narcisismo de que suele acusarse a los dirigentes. Y eso que falta algún otro, como el de Llamazares quien, probablemente, interpretará su ausencia como un complot para dejar fuera de todo a Izquierda Abierta. Narcisismo, desde luego, hay en abundancia. Hasta egolatría. En tiempos de dominio absoluto de los medios y la imagen, ningún líder renuncia a estar cuanto pueda en pantalla, haciendo lo que sea. Los medios, al distribuir las apariciones, se regodean en su función de Kings' makers. El mensaje de la foto se recibe de inmediato: con tanto general y tan escasa tropa, las formaciones de la izquierda todas mal avenidas entre sí, resultan algo ridículas.

No obstante, la foto induce a error. Los seis rostros representan muy diferente fuerza y apoyo social. Algunos están de adorno. Otros, tienen algún respaldo popular, pero no son de ámbito estatal. Esa mezcla denota la función predicadora y moralizante de la imagen antes que un valor informativo. En realidad, de los seis personajes, solo dos tienen posibilidades reales de conseguir sentarse en el Parlamento, Podemos e IU, bajo su nombre actual de Unidad Popular-Ahora en común, un intento de apropiarse fórmulas felices con cierto espíritu ecléctico. Solo dos, Iglesias y Garzón pueden aspirar a contar algo por sí solos. Los demás no cuentan o solo si se funden con alguno de los dos en cabeza.

Suele decirse que la izquierda debiera aprender de la derecha, siempre unida como una piña. Pero eso tampoco es cierto y menos, ahora. En la derecha, como en la izquierda, hay dos fuerzas con opciones de representación y poder, el PP y C's. Pero también hay otras formaciones en competencia: Vox, el Foro Asturias, la Unión del Pueblo Navarro. Se trata de organizaciones que comparecen en alianza con el PP o no tienen esperanzas de obtener representación. Exactamente lo mismo que le sucede a la izquierda. El panorama es muy similar en ambos casos en los que varias fuerzas solo tienen presencia nominal. La izquierda no está sensiblemente más dividida que la derecha.

¿O sí? A lo largo de la reflexión anterior se revela una ausencia: la del PSOE. También falta en la foto. No está el rostro de Sánchez, detrás de quien puede haber un 20 por ciento del voto. ¿Por qué falta el PSOE? Porque desde el punto de vista de los otros retratados, no es de izquierda. Y lo mismo, probablemente piensa el autor de la imagen: el PSOE no es un "verdadero" partido de izquierda, por tanto, fuera del cuadro. Qué signifique "ser de izquierdas" para seis personas que no consiguen ponerse de acuerdo en nada es un enigma. Solo parecen coincidir en lo que no es ser de izquierda, en lo negativo. Y se lo cuelgan a los socialistas por decreto de la jefatura ya que no por deducción porque, si no se sabe qué es una cosa, tampoco se sabrá qué no es. Sin embargo, si se pregunta a los militantes y votantes del PSOE, el partido es de izquierda. No tan radical como los líderes de la foto, pero de izquierda. Eso mismo piensa la gente en general que le otorga habitualmente un 4 o 4,5 en las escalas de medición de ideologías. Centro-izquierda, izquierda.

Esa diferencia de juicio tan notable por la que los partidos de izquierda niegan la condición de tal al que los votantes y la gente en general sí considera de izquierda es lo que explica la calamitosa condición de esta ideología, incapaz de entenderse a sí misma. Negar toda posibilidad de alianza o acuerdo con un partido izquierda con el argumento de que no es la "verdadera" izquierda que, a su vez, se subdivide en fracciones enfrentadas entre sí, es absurdo. Y más aun cuando se recuerda que el PSOE cuenta con una base de votos considerable, sin cuya aportación, lo más probable es que no haya gobierno de izquierda alguno.

divendres, 6 de novembre del 2015

Ciudadanos ¿Qué y quiénes son?



Mi amigo Antonio Pérez acaba de publicar un gran artículo sobre Ciudadanos, Los nietos de Franco se hacen libertarianos, en el que analiza las propuestas políticas y económicas del partido de Rivera y llega a la conclusión de que son copias, plagios, de las de los llamados libertarians en los Estados Unidos y también anarco-capitalistas. Estos nombres designan a quienes quieren acabar con la teoría económica keynesiana y el Estado del bienestar y sustituirlos por la teoría económica neoclásica, la economía de la oferta y el retorno a un Estado no intervencionista al que llaman Estado mínimo en la expresión de Nozick, su más conocido filósofo.

Son las tesis de Ludwig von Mises y la llamada escuela austriaca, de Friedrich A. von Hayek y de sus variopintos seguidores, los Friedman, Hazzlitt, Lepage, Sorman, Martin, Gilder, Laffer, Rothbard, etc. y la batería de economistas que teorizó la política económica de Reagan y Thatcher en el asalto y desmantelamiento del Estado del bienestar.

Junto a esta cara seudolibertaria o libertariana, C's presenta otra política que Pérez llama neofranquista y que, asimismo encaja en otros modelos procedentes del extranjero, esto es, el carácter retrógrado y reaccionario de los neoconservadores gringos, empezando con el magisterio de Leo Strauss (a veces se tilda a sus seguidores de leoconservadores)  al que se suman los Kirk, Buckley, Kristol, Podhoretz, Wolfowitz, Horowitz y, por supuesto, políticos indeseables como Newt Gringrich o Donald Trump, agresivos y racistas.

Se añade un muy considerable dominio del ámbito público y presencia permanente en los medios. Estos se les han rendido por orden de los bancos que son quienes los controlan. Es curioso qué alto grado de publicidad ha alcanzado un partido de carácter oscuro en cuanto a su origen, funcionamiento interno y, por supuesto, financiación. Hay un peligro evidente para la democracia en el hecho de votar a un grupo cuyas cuentas no están claras y que oculta sus relaciones peligrosas en el pasado y sus apoyos actuales.

Como oculta su programa. Es preciso estar atentos a las ocasionales declaraciones de sus dirigentes para barruntar sus intenciones y con frecuencia se desdicen sin grandes escrúpulos cuando intuyen que pueden perder votos porque lo suyo es puro oportunismo. Tomando pie en lo que los de C's han dicho en algún momento, los ciudadanos deben esperarse: copago en la sanidad, copago en la educación, aumento de impuestos indirectos, recortes de subvenciones, condiciones draconianas para los parados y aplicación de las doctrinas de la FAES, como supresión del sistema público de pensiones y sustitución por planes privados o supresión del subsidio de desempleo. Estas medidas se amparan en la batería de falsedades con ínfulas teóricas que esta escuela suelta a los cuatro vientos, desde infinidad de think tanks, fundaciones, círculos, asociaciones, cátedras, medios e iglesias: que el Estado del bienestar es insostenible; que la sanidad pública también y todos los servicios públicos por sobrecarga fiscal del Estado;  que lo público es siempre un despilfarro; que lo privado funciona mejor, es más barato y eficaz; que deben derogarse todas las limitaciones normativas de la libre competencia en un mercado sin controles; que la redistribución es ruinosa y los programas sociales, contraproducentes y/o fuentes de corrupción. Son discursos machacones que repiten como papagayos l@s comunicador@s a sueldo de la derecha.

El neoconservadurismo es la pareja de baile del neoliberalismo, esto es una concepción reaccionaria y retrógrada del sistema democrático y sus valores y principios a base de reducir o negar los derechos y libertades de los ciudadanos, la tolerancia, el multiculturalismo, la educación cívica, así como de implantar interacciones sociales autoritarias y creencias morales y religiosas oscurantistas y represivas. Nada de replantear las relaciones de la Iglesia y el Estado o de poner en marcha las políticas de la memoria histórica que liberen de una vez a la sociedad del peso del franquismo. Parece curioso pero en la derecha española nacionalcatólica más obtusa de la historia han ido a confluir estas dos corrientes reaccionarias al mismo tiempo con un discurso consistente en tratar a la población como menores de edad, desprestigiar la política de partidos (por eso rehúyen la palabra) y pedir a los electores que confíen en ellos, los técnicos y especialistas. Y hagan lo que recomendaba su referente Franco: no meterse en política. Algo que también aconsejaban en su peculiar estilo los falangistas españoles que estos de C's reproducen con bastante fidelidad.

El resultado es un remake del PP con treinta años menos, menos pinta cuartelaria y mucha más capacidad de engañar mediante recursos retóricos y un fuerte impacto mediático perfectamente organizado y llevado a la práctica.

Un peligro para la democracia.

diumenge, 1 de novembre del 2015

Sondeos según deseos.


A dos meses de las elecciones hay dos formaciones emergentes de ámbito estatal tomando las medidas de todo, presidiendo las comisiones de investigación, exigiendo auditorías de cualesquiera gestiones allí donde tienen voz y presencia en las instituciones. Someten a los dos partidos dinásticos, singularmente al PP, el más extensa y directamente involucrado en la gobernación del Reino, a un marcaje estrecho y hacen exhibición de una notable habilidad mediática para darse a conocer e imponer su presencia en la esfera pública. La juventud y buena facha de sus dirigentes ayudan a ambas formaciones a conseguir un impacto social muy superior al que tienen los dos partidos dinásticos tradicionales que son como carretas desvencijadas, tiradas por bueyes cansinos, incapaces de competir con la agilidad y la destreza de las cuadrigas de los recién llegados. El sistema de partidos puede estar cambiando y es demasiado pronto para saber cómo quedará después de las elecciones de 20 de diciembre.

Y más lo será si se añade la complejidad de un conflicto abierto en Cataluña de unas dimensiones inéditas hasta la fecha y consecuencias imposibles de prever en España. No deja de ser interesante que los dos partidos predominantes en el sistema español PP, PSOE, sean casi irrelevantes en el ámbito político catalán, entre otras cosas porque tienen una evidente función sucursalista,.

Los vaticinios y las extrapolaciones no sirven para nada. La teoría de la foto fija, tampoco. No solamente porque las proyecciones que se hacen se valen de un material difícil de asimilar e interpretar sino también porque en muchos casos no son otra cosa que predicciones muy en línea con los intereses de quienes las encargan. Es inevitable, no porque quienes elaboran los sondeos sean unos malandrines sin escrúpulos, dispuestos a falsear la realidad por un puñado de euros, sino porque en toda relación de subordinación salarial hay una búsqueda de elementos de seguridad que nunca puede darse por conseguida por entero. El que paga manda. Pareciera que ello resta crédito al trabajo demoscópico al estar todo él sesgado, pero no es así. El lector crítico puede hacerse una buena idea de lo que esté pasando leyendo todos los sondeos generalmente bastante contradictorios y corrigiendo luego las datos con una hábil ponderación que tenga en cuenta los datos ofrecidos y la orientación ideológica  del medio que los publica.

El sondeo de Metroscopia para El País relativo a Cataluña, más que ilustrativo, es desiderativo. No refleja lo que los catalanes piensan, sino lo que El País quiere que piensen y, como la telepatía no goza de buena salud, simplemente se les presenta diciendo lo que conviene. La idea de que un setenta por ciento de los catalanes está en contra de lo que ese mismo setenta por ciento votó hace un mes no para grandes barras en los principios de coherencia y perseverancia y mueve un poco a risa. El mismo porcentaje o, incluso, mayor, quiere que Mas abandone la presidencia. En ello coinciden de nuevo con los más fervorosos deseos del diario, que culpa a Mas casi en solitario de la vía catalana a la independencia, También hace coincidir una abrumadora mayoría de electores con los deseos de la CUP aunque seguramente no porque se postule una radicalización del discurso popular en Cataluña sino porque se ignora quiénes o qué son la CUP.

En cuanto al sondeo de hoy, referido a la situación española, la regla se cumple. El partido de Rivera, cuyo rostro barbilampiño de lindo don Diego expuesto por doquier empieza ya a atacar los nervios de los españoles, alcanza una intención de voto en todo coincidente con los poco ocultos deseos de El País de verlo suceder en el gobierno a la anticuada asociación de presuntos malhechores del PP. Este, a su vez, se mantiene sólidamente en cabeza, a pesar de que quien lo dirige carece de ella y si por algo se ha hecho notar en el ánimo del electorado es por su mendacidad, su arbitrariedad, su incompetencia y su corrupción. Teniendo Rajoy la valoración popular más baja y las expectativas puestas en él tan deplorables, la alta intención de voto que los acompaña sin duda es un intento bien intencionado aunque pelín manipulado de ponerlo a la par con el PSOE.

Las relaciones de El País con su antiguo partido de la máxima predilección, el PSOE, han ido deteriorándose a medida que la gestión de Cebrián hundía económicamente el diario, obligándolo a pagar sueldos millonarios a los cargos electos, incluido desde luego, el suyo. La necesidad no permite diversiones. El infiel PSOE que, en tiempos de Rodríguez Zapatero, trató de montarse un grupo propio de comunicación fue condenado a un tratamiento distante y poco empático y actualmente está abocado a las tinieblas exteriores, víctima del avance arrollador del partido del remilgado catalán con un discurso de centro político tan auténtico y sincero como una declaración de Rajoy bajo juramento.

Habiendo pasado mal que bien la prueba catalana, Podemos obtiene un respiro de El País, quien lo cultiva dándole una segunda oportunidad de recuperación. Los datos de este sondeo, sin embargo, se recogieron antes de que el presidente de los sobresueldos convocara a los partidos a la formación de un frente patriótico español que tiene toda la pinta de una de esas berlangadas que monta este político/cacique de casino de pueblo. Ahora sabemos que Podemos, en un alarde de inteligencia, se ha desmarcado del frente nacional español. Lo hace argumentando que solo él tiene la llave de la unidad de España, pero esto es inofensivo porque no es verdad. Nadie tiene esa llave, que no existe pero, al menos, permite que el partido morado no derive al azul como el PSOE y pueda mantener la intención de voto de quienes queremos votar a una izquierda en España que no esté identificada con la tradicional oligarquía nacionalcatólica que lleva siglos esquilmando el país.

Es verdad que, tras animar al hombre que dice gobernar España a tomar medidas ante la repentina peste separatista, el socialdemócrata Sánchez no ha caído en la trampa de firmar un ridículo Pacto por España, propuesto por Albert Rivera, el hijo de la FAES y el Ibex 35. Distanciándose del más descarado neofranquismo, el PSOE puede conservar alguna tenue esperanza de que, efectivamente, el gran éxito de Ciudadanos sea mandarlo al tercer lugar y eso si Podemos no se recupera lo suficiente porque, si lo hace, quizá el PSOE podría pensar en refundarse tras haberse convertido en un sumiso partido a las órdenes del trono y el altar..