dilluns, 15 d’abril del 2013

Palinuro en el Nouvel Observateur. En español

Cuelgo aquí la entrevista que me ha hecho y publica hoy el Nouvel Observateur. Quedo muy agradecido a la publicación francesa por la oportunidad de exponer mis ideas sobre asuntos que me preocupan.

A petición de algún amable lector doy la versión española, traducida por mi mismo. No se culpe a nadie más de los posibles gazapos.



Profesor: usted organizó una mesa redonda el 24 de mayo de 2012 a raíz de la victoria de la izquierda en las últimas elecciones, abriendo así un debate sobre la cuestión: “Después de Francia, ¿fin de la hegemonía neoliberal?” Es un tema amplio ya que apunta al fin de un modelo económico y de un mecanismo del que todo el mundo asegura que casi no es posible librarse. ¿Se trata de una sociedad que está al final de su camino? ¿Cuáles son los elementos que, desde su punto de vista, lo llevan a esta pregunta? ¿Por qué eligió ese tema?

R. Cotarelo: A comienzos de la crisis, algunos expertos y personalidades políticas, especialmente el señor Sarkozy, entonces presidente de Francia, decían que era imprescindible “refundar” el capitalismo. Estaba claro entonces que el modelo neoliberal del capitalismo –esto es, el predominio de la economía financiera sobre la real- estaba agotado y no tenía futuro. Se decía que estábamos a la búsqueda de una alternativa.. Cinco años más tarde sabemos que esta alternativa no existe en el marco del modo capitalista de producción (mcp). Para encontrarla sería necesario romper con el modelo ya que “refundar” el capitalismo no será suficiente.

Pero no parece que haya otros modos de producción. Desde el hundimiento de los sistemas comunistas en los años noventa, la izquierda se mantiene en la oposición y critica el capitalismo, pero no cuenta con un modelo alternativo propio. No se trata de aceptar la idea de Hayek según la cual las crisis cíclicas son inherentes al capitalismo y, por lo tanto, inevitables. Pero nosotros, que no somos Hayeks, carecemos de alternativa. No tenemos una teoría satisfactoria del modo de producción distinta de la del capitalista.

La razón y el sentido común nos obligan a reconstruir el antiguo pensamiento socialdemócrata, es decir, la aceptación del modo capitalista de producción para reformarlo y regularlo y hacer de él un sistema más humano y más justo. Eso es lo que el PSOE trató de hacer en España en las dos últimas legislaturas, no consiguiéndolo a causa de la brutalidad de la crisis

Escogimos el tema “Después de Francia, ¿fin de la hegemonía neoliberal?” para la mesa redonda porque, al haber triufado el socialismo democrático en Francia, uno de los países europeos cuyo ejemplo se sigue en otras partes, podía plantearse de nuevo la cuestión de una vuelta a un programa de la izquierda que, sin romper con el modo de producción capitalista, diese lugar a una reedición de la “economía social de mercado" que funcionó tan bien en los años 50 y 60 en Europa.

¿Está el socialismo francés en condiciones de combatir la crisis, mostrar el camino y ser la vanguardia de Europa? Esta año habrá elecciones legislativas en Alemania. Si estas acaban con una victoria de la socialdemocracia, habrá nuevas expectativas para dar una respuesta viable a la crisis.

En 1981, el mundo asistía a la victoria de la izquierda en Francia con la elección de
François Mitterrand. Un año después era la vez de España, con Felipe Gonzàlez. Estábamos en pleno apogeo del neoliberalismo. ¿Se planteaba esta cuestión entonces?

Por supuesto. Poco antes de Mitterrand en Francia y González en España, Margaret Thatcher y Ronald Reagan habían triunfado en Inglaterra (1979) y en los Estados Unidos (1980). Entonces se lanzó un fuerte ataque contra el Estado del bienestar, gracias a la hegemonía conservadora de los think-tanks republicanos o emparentados que proporcionaban la teoría. Era un movimiento de antiguos intelectuales de izquierda pasados a la derecha. Conocían muy bien las tesis de Gramsci sobre la importancia de la lucha ideológica, sobre todo en la época de los medios de comunicación de masas.

Los años 80 vieron un combate idológico por conquistar el alma de las clases medias en las sociedades desarrolladas. Eran las clases que habían apoyado los programas sociales del Estado del bienestar pero que, asfixiadas por la política fiscal de los partidos socialistas, redistributiva y progresiva de esos años, buscaban una alianza nueva con los sectores acomodades en detrimento de las clases populares. La cuestión, indecisa hasta entonces, se zanjó diez años después a causa del hundimiento del comunismo, presentado como la victoria definitiva del modo capitalista de producción y del neoliberalismo. Se empezaba entonces a hacer propaganda con el llamado “dividendo de la paz” justo en el momento en que se declaraba la primera guerra del Golfo o primera guerra del nuevo imperialismo

En aquel momento, a comienzos de los años 90, la nueva crisis de 1992 afecta sobre todo a Europa que debe además hacer frente a las consecuencias de la reunificación alemana, esto es, el momento en que un Estado europeo de 60 millones de habitantes devoraba de golpe otro Estado de 17 millones y se disponía a hacer la digestión. Es la crisis que señala el fin del keynesianismo, una crisis llamada de stagflation, completamente nueva, imposible de resolver con la política económica de la entreguerra. Entonces, la socialdemocracia adopta puntos de vista parcialmente neoliberales con la esperanza de mejorar sus resultados electorales.





(M. Thatcher y R. Reagan, representados en la emisión de los guiñoles británicos)

La izquierda española, la izquierda francesa y en el orden europeo, con el PSE del que aquellas forman parte, ¿no son en sí mismas en último término neoliberales? ¿Existe el socialismo en verdad? El fracaso de Zapatero, ¿no se debe a las políticas neoliberales? Y ese fracaso ¿no debe servir de aviso al gobierno de Hollande?

La socialdemocracia adopta posiciones neoliberales presionada por su necesidad de ganar elecciones frente a unos electores que cada vez se han hecho más conservadores. En mi opinión el socialismo existe como lo ha hecho siempre en nuestras sociedades democráticas, bajo la forma de un “Estado social y democrático de derecho”, por invocar el Preámbulo de la Constitución española de 1978, esto es, lo que algunos autores (Elías Díaz, por ejemplo) llamaban “la juridificación de la vías al socialismo". El socialismo aparecía más como un proceso, un camino, una vía, más que como una realidad definitiva. Era una polémica venerable. Es de recordar aquí la célebre polémica entre Eduard Bernstein (“el fin no es nada; el movimiento, todo”) y Rosa Luxemburgo (“el movimiento no es nada; el fin, todo”).

A primera vista, desde luego, el fracaso de Zapatero se debe a sus políticas neoliberales. Basta con ver los resultados de las elecciones del 20 de noviembre de 2011 (38º aniversario de la muerte de Franco) para verlo. Pero aun encuentro más interesante preguntarse si estas políticas no eran más el efecto que la causa del fracaso del expresidente. ¿Cómo olvidar que de 2008 a 2010 Zapatero trató de vencer la crisis con políticas expansivas clásicas a lo Keynes que solo agravaron la situación hasta que la experiencia del fracaso de esta política le forzó a cambiar el curso de acción?

No es preciso avisar al gobierno de Hollande del fracaso del socialismo español. Parece que ha tomado buena nota. Por otro lado, en mi opinión, el problema principal de la izquierda francesa (como lo fue antes y sigue siéndolo para la izquierda española) es su capacidad de estar a la altura de las esperanzas despertadas por la victoria de Hollande sobre una derecha agotada y minada por contradicciones internas.

Hagamos un poco de ficción. El sistema neoliberal se hunde. ¿Cuál será, según usted, el régimen socioeconómico más apropiado para substituirlo? Dentro de Désirs d'Avenir, el socialecologismo está en el centro de nuestros debates. ¿Piensa usted que puede ser la base de una recuperación económica?

No me parece que el modo capitalista de producción esté amenazado. Sobre todo desde la incorporación de la República Popular China al mainstream del capitalismo mundial. Lo que se hunde son las formas de gestionarlo. Si el enfoque neoliberal pierde su predominio (y sigue sin estar claro del todo), la alternativa, si es que hay alguna, sera el resultado de la correlación de fuerzas en presencia, pero parece razonable suponer que se tratará de reestablecer una u otra forma forma de economía social de mercado


La ecología es un imperativo político. Pero hay otros y no solamente en cuanto búsqueda de nuevas formas de actividades industriales, especialmente productivas en general sino en cuanto que búsqueda de nuevas formas de gestión de las actividades que ya se realizan. Será preciso explorar nuevas líneas productivas, nuevos yacimientos de empleo (de las que ya se hablaba en el Libro Blanco de Delors en 1995), nuevas reformas del derecho del trabajo, nuevas relaciones industriales (¿por qué no intentar generalizar experiencias como la Mitbestimmung alemana?), de innovaciones como el establcimiento de un salario mínimo vital, etc.


Cuando estamos obligados a buscar alternativas por necesidad de supervivencia, deben considerarse todas las posibilidades, sin concentrarse en una sola y admitir que, a fin de cuentas, la solución puede ser una de compromiso, una mezcla imperfecta, impura, quizá contradictoria, pero de carácter práctico, esto es, algo realizable. No hay que olvidar el famoso apotegma de Hölderlin en Hiperión: “lo que convierte este mundo en un infierno en la manía de algunos de traer a él el cielo.”
 



(Photo. du journal Le Monde de Ségolène Royal, présidente de Désirs d'Avenir, pensant à une nouvelle gauche, elle déclare "La social-écologie, un autre modèle")

Agradezco a Raymond Cotarelo Garcia, esta entrevista. También agradezco a François Coll, por su colaboración. Espero que este artículo ayude a los lectores a hacerse una idea de la situación. Gracias a los lectores y lectoras por su fidelidad. Pueden ustedes compartir el artículo por mail, en sus blogs, en sus páginas de FB o Twittrer o copiando y pegando esta URL : http://loeildelajeunesse.blogs.nouvelobs.com/archive/2013...